Heme aquí de nuevo, luego de una corta ausencia en la que “dizque” estaba ordenando mis pensamientos.
Por fin empecé a estudiar de nuevo….yuuupiiii!!!! pero…no se emocionen. Por ahora, no es ningún master ni especialización. Estoy haciendo algo equivalente a un “bachillerato por parasistema” (sin risas, por favor!) . Y es que en vista de la poca –o nula– oferta de cursos de italiano para extranjeros en mi querido Macondo meridional (léase Polignano a Mare), pues no me quedó más remedio que optar por la opción de la educación para adultos. Necesito mejorar mi italiano y de esta manera lo puedo hacer un poco más rápido que haciéndolo por cuenta propia.
Esta segunda vuelta no me resulta muy distinta de la primera, salvo por la madurez que la edad conlleva. Aprendo rápido, soy la menor de la clase, soy la más alta de la clase, y como termino los ejercicios primero que los demás, pues me aburro un montón! La situación es idéntica a cuando hice el bachillerato por primera vez, sólo que en este caso la motivación es distinta. La primera vez lo hice porque era lo que correspondía hacer a una muchacha de mi edad. La segunda vez lo estoy haciendo para saciar la sed de aprendizaje que me acompaña desde hace algunos años. Esta vez le estoy sacando el máximo de los provechos y estoy aprendiendo cada día un montón de cosas que espero me sirvan muchísimo en el futuro. Ah! Claro…se me olvidaba… también estoy perfeccionando el italiano. Ya lo estoy escribiendo. En un año a lo mejor y hasta saco una versión italiana de este blog!
A medida que transcurren las clases no dejan de sorprenderme los descubrimientos que hago. Lo que más me ha impresionado; sin embargo, ha sido encontrar, en un país de lo que llaman el primer mundo; es decir, un país civilizado, industrializado, con conciencia ciudadana, en donde se respetan los derechos individuales y colectivos, donde las instituciones funcionan en blanco y negro, en los que existe pobreza mas no marginalidad ni miseria y pare usted de contar, gente que aún es 100% analfabeta. Increíble!. Pero aún más increíble es el hecho de que esa gente maneja cuentas en el banco, vehículos automotores, propiedades y hasta negocios propios…en pleno siglo XXI….sin conocer ni la o por lo redondo!
No puedo evitar paragonar la realidad de estas latitudes con la realidad de la tierra que me vio nacer, y es que ahora entiendo un montón de cosas. Si de este lado del charco, con todas las ventajas tecnológicas, sociales, económicas e idiosincráticas que se cuentan, aún hay gente con esos niveles de ignorancia, susceptibles de manejo por parte de inescrupulosos…un Chávez es lo mínimo que puede acontecer en Venezuela donde tenemos alarmantes niveles de pobreza crítica, donde hay partes del país a las que no llegan ni por error los servicios básicos, donde una gran parte de la población no es capaz de entender las consecuencias de los actos cometidos (eso que llaman la ley de acción y reacción) y donde casi todos, aplicamos el principio del “Carpe Diem”.
Señores...creo que acabo de descubrir el agua tibia: estamos jodidos!
Por fin empecé a estudiar de nuevo….yuuupiiii!!!! pero…no se emocionen. Por ahora, no es ningún master ni especialización. Estoy haciendo algo equivalente a un “bachillerato por parasistema” (sin risas, por favor!) . Y es que en vista de la poca –o nula– oferta de cursos de italiano para extranjeros en mi querido Macondo meridional (léase Polignano a Mare), pues no me quedó más remedio que optar por la opción de la educación para adultos. Necesito mejorar mi italiano y de esta manera lo puedo hacer un poco más rápido que haciéndolo por cuenta propia.
Esta segunda vuelta no me resulta muy distinta de la primera, salvo por la madurez que la edad conlleva. Aprendo rápido, soy la menor de la clase, soy la más alta de la clase, y como termino los ejercicios primero que los demás, pues me aburro un montón! La situación es idéntica a cuando hice el bachillerato por primera vez, sólo que en este caso la motivación es distinta. La primera vez lo hice porque era lo que correspondía hacer a una muchacha de mi edad. La segunda vez lo estoy haciendo para saciar la sed de aprendizaje que me acompaña desde hace algunos años. Esta vez le estoy sacando el máximo de los provechos y estoy aprendiendo cada día un montón de cosas que espero me sirvan muchísimo en el futuro. Ah! Claro…se me olvidaba… también estoy perfeccionando el italiano. Ya lo estoy escribiendo. En un año a lo mejor y hasta saco una versión italiana de este blog!
A medida que transcurren las clases no dejan de sorprenderme los descubrimientos que hago. Lo que más me ha impresionado; sin embargo, ha sido encontrar, en un país de lo que llaman el primer mundo; es decir, un país civilizado, industrializado, con conciencia ciudadana, en donde se respetan los derechos individuales y colectivos, donde las instituciones funcionan en blanco y negro, en los que existe pobreza mas no marginalidad ni miseria y pare usted de contar, gente que aún es 100% analfabeta. Increíble!. Pero aún más increíble es el hecho de que esa gente maneja cuentas en el banco, vehículos automotores, propiedades y hasta negocios propios…en pleno siglo XXI….sin conocer ni la o por lo redondo!
No puedo evitar paragonar la realidad de estas latitudes con la realidad de la tierra que me vio nacer, y es que ahora entiendo un montón de cosas. Si de este lado del charco, con todas las ventajas tecnológicas, sociales, económicas e idiosincráticas que se cuentan, aún hay gente con esos niveles de ignorancia, susceptibles de manejo por parte de inescrupulosos…un Chávez es lo mínimo que puede acontecer en Venezuela donde tenemos alarmantes niveles de pobreza crítica, donde hay partes del país a las que no llegan ni por error los servicios básicos, donde una gran parte de la población no es capaz de entender las consecuencias de los actos cometidos (eso que llaman la ley de acción y reacción) y donde casi todos, aplicamos el principio del “Carpe Diem”.
Señores...creo que acabo de descubrir el agua tibia: estamos jodidos!